La Cárcel Vieja nunca ha dejado de ocupar un lugar en la memoria de los murcianos. Durante décadas, su imponente fachada fue testigo de historias silenciosas y de un tiempo en el que sus muros tenían otro propósito. Hoy, esas mismas paredes están viviendo un proceso de transformación que avanza con paso firme hacia un destino completamente diferente: convertirse en un punto de encuentro cultural y ciudadano.
Las obras, que comenzaron en diciembre de 2024, han alcanzado ya entre el 60 y el 65% de ejecución en la fase 2.1., según información facilitada por el Ayuntamiento de Murcia. El informe técnico de julio confirma que la fase estructural concluirá este mes de agosto. No ha sido un trabajo sencillo: reforzar forjados, cubiertas y cimentaciones en un edificio con tanta carga histórica exige precisión y respeto por cada detalle.

Entre los pasillos y salas, un equipo especializado ha trabajado en recuperar ladrillos, tejas, cerrajerías y carpinterías que formaban parte del conjunto original. Incluso piezas tan singulares como las puertas de celda o la campana de la cocina —restaurada in situ y tratada con aceite de mora— volverán a ocupar su lugar. Un centenar de elementos han pasado por el taller de restauración para devolverles la vida, combinando técnicas tradicionales con criterios actuales de conservación.

Las cubiertas, ya ejecutadas en un 60%, se han rehabilitado con paneles sándwich y las propias tejas recuperadas, lo que asegura aislamiento térmico y mantiene la estética original. A la vez, avanza la instalación de climatización, electricidad y un revestimiento térmico SATE que permitirá un ahorro energético del 30%, en línea con los fondos europeos Next Generation.
Pero el proyecto no se queda solo dentro. En el exterior, se urbanizarán más de 760 metros cuadrados para crear nuevas plazas y espacios abiertos al ciudadano, integrando el edificio en la vida diaria de Murcia.

Con un presupuesto de 3,7 millones de euros y la previsión de finalizar en febrero de 2026, la Cárcel Vieja se prepara para una nueva etapa. Cuando abra sus puertas, lo hará sin renunciar a su esencia, conservando las huellas de su pasado y ofreciendo un lugar donde la historia y la cultura se den la mano.