Los chefs Juan Guillamón (Almo) y Pepe Morales (Demo) han decidido unir fuerzas en un proyecto común: ‘PepeJuan’, un bar-restaurante con epicentro en la barra que abrirá sus puertas a finales de la próxima semana en plena calle Trapería de Murcia.
El nuevo espacio busca homenajear el espíritu del bar tradicional, adaptado a la excelencia actual. “Queremos hacer un bar auténtico, castizo y de toda la vida, pero llevado a lo mejor que sabemos hacer”, resume Juan. Pepe añade con ambición: “Queremos hacer la mejor barra de Murcia, una barra que a nivel nacional se reconozca”.
‘PepeJuan’ se plantea como un concepto 100 % nuevo, sin platos trasladados de sus restaurantes originales, Almo y Demo. La propuesta se centra en producto local y de temporada, tratado con precisión y sencillez, y en una experiencia de interacción en barra que refuerza la cultura del tapeo como seña de identidad.
El local ha sido completamente remodelado para potenciar la funcionalidad y el flujo de clientes, con una barra de seis metros y medio mirando a la cristalera, vitrinas de producto fresco y terraza exterior. “El sitio ya era bonito, pero le hemos cambiado la funcionalidad para vivirlo de otra manera”, explican.
Con este movimiento, Guillamón y Morales consolidan su papel como emprendedores gastronómicos en la Región, aportando un proyecto que combina tradición y modernidad, y que aspira a destacar a Murcia en el mapa nacional de la cultura de barra.
Liderazgo y equipo
La estructura del proyecto se apoya en un equipo sólido. En la cocina estará Álvaro Sánchez, con experiencia en Collados, Eterno y emprendimiento propio. En la sala, el liderazgo recaerá en Pedro Villasescusa, con una larga trayectoria en espacios de referencia como Palacete de la Seda, Monteagudo o Rincón de Pepe. En total, el equipo estará formado por 7 u 8 profesionales, además de los dos socios.
“Una buena idea, un buen equipo y muchas ganas: esa es la base de todo”, señala Juan, subrayando el valor del capital humano en este nuevo desafío.
La apertura está prevista para el final de la próxima semana, con cierre los martes y domingos noche, y servicio desde el aperitivo del mediodía hasta la noche. La previsión es ajustar la operativa según la demanda real de la zona.
Ambos son conscientes de la expectación que genera el proyecto. “La gente nos va a mirar con lupa, pero vamos a esforzarnos al máximo como siempre”, apunta Guillamón. Morales lo resume en una frase: “Mejor que con Juan, imposible”.
