La cala de Calnegre, en pleno Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre (Lorca), fue escenario ayer de una imagen tan emotiva como simbólica: la vuelta al mar de la tortuga boba más grande registrada hasta ahora en la Región de Murcia. Una hembra de unos 70 kilos y 80 centímetros de longitud, que podría tener entre 40 y 50 años, volvió a nadar libre tras medio año de recuperación en el Centro de Fauna Silvestre El Valle.
El ejemplar había sido encontrado herido en abril en La Manga del Mar Menor, donde dos socorristas municipales de San Javier alertaron a los equipos de rescate. Tras una primera recuperación en El Valle, fue trasladada al Oceanogràfic de Valencia para comprobar su capacidad de nado. Ya completamente restablecida, ha sido devuelta al mar con un microchip subcutáneo y un emisor por satélite que permitirá seguir sus movimientos, especialmente durante la época reproductiva.
Con esta suelta, la Región alcanza ya las 259 tortugas bobas reintroducidas, de las cuales 94 corresponden solo a 2025, el año con mayor número de liberaciones desde que se iniciaron los registros. La cifra incluye tanto las tortugas recuperadas tras sufrir daños —52 en total— como las nacidas en los nidos localizados en el litoral murciano desde 2019, cuando se detectó el primero.

El presidente Fernando López Miras, que participó en la suelta junto al alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, destacó el papel de los profesionales del Centro de El Valle, los agentes medioambientales y los voluntarios que trabajan en la protección de esta especie amenazada. “La Región de Murcia es ya un auténtico ‘Territorio Tortuga’, ejemplo de compromiso con la fauna y la naturaleza”, afirmó.
La recuperación de esta hembra adulta es, además, un recordatorio del esfuerzo colectivo que existe detrás de cada historia de supervivencia marina. La Región cuenta con la única red autonómica de voluntariado dedicada a la conservación de la tortuga boba, integrada por once organizaciones que se reparten las tareas de vigilancia nocturna, divulgación y educación ambiental a lo largo de toda la costa.
Gracias a este trabajo conjunto entre administraciones, científicos, asociaciones y ciudadanía, se han identificado 39 rastros y ocho nidos confirmados en playas murcianas durante la actual temporada.
La imagen de esta tortuga regresando al Mediterráneo no solo simboliza el éxito de un protocolo bien coordinado, sino también la esperanza de que estas especies, amenazadas por la contaminación y las redes de pesca, encuentren en el litoral murciano un refugio seguro para seguir llenando de vida sus aguas.