Pocas veces un artista tiene la oportunidad de condensar 1200 años de historia en una obra monumental de cinco toneladas. Pocas veces una ciudad impulsa que su memoria se convierta en piel compartida. Es lo que refleja ‘Murcia: Piel y Memoria’, la creación monumental de Lidó Rico que ayer se presentó en el Palacio del Almudí y que celebra doce siglos de historia con una obra artística sin precedentes: un friso tridimensional de siete metros de largo por tres de alto que condensa la memoria colectiva de la ciudad a través de un universo de rostros, manos, corazones y símbolos patrimoniales entrelazados como una piel común. Concebida como un proceso vivo y participativo, la pieza reúne la huella de más de 140 personas, convertidas en protagonistas directas de esta efeméride histórica.

Durante la presentación oficial, el alcalde José Ballesta y el propio artista desvelaron la obra acompañados por un gran número de participantes. El regidor, cuya huella preside el centro de la obra, destacó que «Murcia es un relato hecho de manos; manos que crean, manos que acompañan, manos que construyen nuestra identidad. Esta obra es un agradecimiento a nuestra historia y un mensaje para la Murcia del futuro».

La ceremonia incluyó el estreno de Murcia, piel y memoria, la canción compuesta para el aniversario e interpretada por Adrián Gutiérrez, vocalista de Nunatak. La pieza, grabada bajo la dirección técnica de Antonio Navarro, nace como complemento de la obra, iluminando con música la atmósfera simbólica del mural. La canción, una carta de amor a la ciudad, se inspira directamente en Murcia y en la personalidad de los murcianos, así como en el universo creativo de Lidó Rico.

El arte como espejo del presente

En conversación con Élite Murcia, Lidó Rico reivindica una idea tan sencilla como radical. “El arte está hecho para las personas. Es lo que yo persigo, acercar el arte a todo el mundo”. En esta obra, esa vocación se hace palpable. “Aquí están las manos de 150 personas reales, relevantes en distintos ámbitos o por diferentes motivos, que sostienen un objeto que hace referencia a lo que son y lo que representan. En un solo golpe, hay presente, pasado y futuro. Yo necesito decir lo que siento del hombre del presente”.

Rico habla de Murcia: Piel y Memoria como una pieza de la misma envergadura emocional que obras universales como el Guernica de Picasso o El jardín de las delicias de El Bosco. «Me encantaría ver las tres obras juntas en una sala”, señala.

La filosofía que guía su trabajo la define sin titubeos: “Esto es arte social. El arte no tiene dueños. Nadie te tiene que decir lo que te debe gustar ni lo que tienes que comprar. Lo importante es que te llegue al estómago”.

La visión de Rico sobre el arte es tan vehemente como clara: “La fortaleza del ser humano está en las emociones”, asegura, y reconoce que “el postureo del arte me da grima”. Para él, la creación es una responsabilidad moral. “Hacer arte es un compromiso. Una obra de arte es un espejo, refleja la realidad nos guste o no. Cuando el arte se convierte en un negocio, se convierte en enemigo de la gente”. Aun así, sostiene que “hay esperanza más allá de los que te venden”.

Un friso que condensa doce siglos

La obra propone un recorrido sensorial por la historia murciana: la Arrixaca, el corazón de Alfonso X, el imafronte de la Catedral, el Entierro de la Sardina, el pastel de carne o las ramas de limonero evocadoras del aroma del azahar componen una iconografía que es memoria emotiva y experiencia sensorial. Rico se inspira en la tradición de Giuseppe Sanmartino y su célebre Cristo Velado al utilizar el “velo del tiempo” como metáfora de lo que se oculta y se revela en la identidad de una ciudad.

El proceso técnico es, en palabras del artista, crudo y directo: “Aquí no hay nada modelado, es un proceso muy bestia, hecho con resina, que me da la capacidad de congelar un momento; es la forma de trabajar el presente», destaca. En este mural hay telas veladas, gritos ahogados, susurros y conversaciones.

Una Murcia plural y reconocible

El mural integra huellas de responsables públicos como José Ballesta y Fernando López Miras, representantes de la Universidad de Murcia, presidentes de cofradías y entidades festivas, así como instituciones culturales como el Museo Salzillo, el Museo de la Catedral o el Museo de la Ciudad. También participan figuras del ámbito empresarial como Tomás Fuertes y Eliseo Orenes, junto a representantes del tejido creativo y empresarial murciano: Pedro Cano, Ruth Lorenzo, Viva Suecia, Paula Cánovas del Vas, Eva Libertad, Antonio Arco, Ester Cerdán (Laura Bernal), Yayo Delgado (Estrella de Levante), Rafa Fuster (Museo Ramón Gaya), Blanca Sprefico, Juan Antonio Pedreño, Isabel Hernández (DFM), o el cronista oficial Antonio Botías, además de académicos como Cristóbal Belda, Germán Ramallo y Javier Díez de Revenga.

El ámbito social está representado por entidades como Jesús Abandonado, AFACMUR, ASSIDO, Fundación Aladina, Banco de Alimentos o Colabora Mujer (a través de su presidente, Carmen , junto a ciudadanos anónimos y familias de orígenes diversos. El deporte suma la huella del tenista Carlos Alcaraz, que visitó el taller para participar en el proceso creativo.

Un legado sellado para 2125

En el corazón del friso se sitúan las manos del alcalde, que sostienen dos elementos simbólicos: el corazón de Alfonso X, como homenaje a los orígenes de Murcia, y una cápsula del tiempo fechada 2025-2125 que guarda un mensaje manuscrito dirigido a las generaciones futuras. La notaria Laura Felices, del Colegio Notarial de Murcia, certificó su autenticidad en el acto de sellado.

‘Murcia: Piel y Memoria’ podrá visitarse en el Palacio Almudí desde el 28 de noviembre hasta el 25 de enero de 2026. La exposición cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Murcia, FUNDAC Lidó Rico, Aguas de Murcia, Fundación Cajamurcia, Grupo Orenes, Hozono Global, Luis Miguel Pastelerías, Starmind, Fortini Group Growers, Urbamusa, Golosinas Fini, Grupo Fuertes, Grupo Disfrimur, Sedauto, Fundación Legado Humano Natural, El Corte Inglés y Estrella de Levante.

Una obra extraordinaria que nace desde las manos y se dirige al estómago: un espejo de lo que Murcia ha sido, es y será.

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